MADUREZ  PARA  EL  APRENDIZAJE

La expresión "madurez para el aprendizaje" es de uso frecuente incluso en ámbitos universitarios. Sin embargo no por ello, ni por ser muy frecuentemente usada, ni por emplearse en ámbitos universitarios, resulta ser una expresión acertada o útil.

Fue precisamente en la Universidad en la que me formé, donde conocí los argumentos que invalidan de manera absoluta esta afirmación, tanto por su significado intrínseco, como por las acciones que conlleva su uso.

Afirmaba mi profesor, D. Felipe Angulo, que "maduran las frutas y hortalizas..."; las personas NO maduran, las personas desarrollan sus capacidades en forma de habilidades...

¿Quién usa de manera totalmente propia y adecuada el término "madurez"?:

Pues el frutero a quien compramos un melón o unos melocotones y nos pregunta si los pensamos consumir pronto. Si le indicamos que pensamos comerlo hoy, nos desaconseja llevar determinada fruta, porque "no está madura". Sin embargo, si le indicamos que pensamos esperar unos días para consumirla nos sugiere llevar otro melón, chirimoya, melocotón o paraguaya...

El frutero nos indica que debemos esperar unos cuatro o cinco días para que la fruta esté madura, es decir en su punto óptimo de consumo.

Fijemos nuestra atención sobre la recomendación, totalmente adecuada del comerciante:

"debemos esperar... un tiempo"

O sea, que NO DEBEMOS HACER NADA,  salvo DEJAR QUE TRANSCURRAN CUATRO-CINCO DÍAS y el fruto estará listo para su consumo.

¿Encuentra usted alguna similitud entre este consejo y el que proporcionan algunos profesionales de la Educación, la Psicología o la Neurología, cuando aconsejan a algunos padres y madres que 

..."el niño no está maduro para el aprendizaje"?

..."hay que esperar a que madure"?

..."que hemos encontrado cierto grado de inmadurez cerebral"?

..."que no aprende por falta de madurez"?

Este tipo de afirmaciones conlleva necesariamente la segunda parte del "Consejo del Frutero": NO HAGAMOS NADA con el NIÑO, SIMPLEMENTE DEJEMOS QUE PASE EL TIEMPO (¿cuánto tiempo: seis meses, un año?)

Pero esto es una auténtica falacia argumental que representa una notable ignorancia de lo que realmente nos está aconsejando el "excelente asesor de fruta y hortalizas": NO SE LE OCURRA DEJAR LA FRUTA EN EL CONGELADOR..... porque ¡si lo deja en el congelador ... la fruta no madurará!

Pero, ¿no habíamos quedado en que lo que hacía madurar a la fruta era el paso de las horas, los días,...? ¿no madura la fruta por el simple paso del tiempo?

No hombre/mujer, no.

El tiempo es un requisito imprescindible para que se lleven a cabo ciertos "procesos químicos de transformación de la fruta".

Lo que hace madurar a la chirimoya, al melón, a la paraguaya  NO ES EL TIEMPO, sino la acción química que se produce a determinada temperatura ambiente y que va transformando el fruto desde un estado de "inmadurez" hasta un estado de "putrefacción", pasando por un estado intermedio de "madurez óptima para su consumo".

Así se comprende que dejar la fruta en el congelador diez días.... mantiene al fruto en las mismas condiciones que al principio: la fruta no madura porque no se han llevado a cabo los procesos químicos necesarios para su transformación.

De este modo, lo que la experiencia nos ha demostrado durante años (no se olvide nunca que "la experiencia es la madre de la ciencia") es que cuando un niño tiene un retraso en el aprendizaje de ciertas habilidades: motrices, lectura, escritura, cálculo, etc., NO ES QUE ESTÉ INMADURO, es que simplemente SE  ENCUENTRA  RETRASADO .... en la adquisición de un nivel de habilidad, con relación a su edad y condiciones de escolarización.

¿Sabe usted japonés? ¿Sabe usted volar en parapente? ¿Sabe usted gobernar una embarcación a vela? ¿Sabe usted cómo se han formado las rocas?

Si sabe todo esto es un claro indicador de su MADUREZ. Pero si usted no sabe hacer estas cosas, está claro que está usted INMADURO-A....

¡A ver si se espabila y madura usted que ya es hora!.

No. No. Esto no es así, yo tengo muy claro que algunas cosas las sé hacer porque he aprendido a hacerlas (alguien me enseñó o me ayudó a aprenderlas) y otras cosas no las sé porque no me he puesto a aprenderlas o no he conseguido que alguien me las enseñe o me ayude a aprenderlas.

Perfecto!.

Pues ya sabe usted porque su hijo/a, alumno/a, ... NO SABE HACER ALGO: pronunciar bien la /rr/, escribir, leer bien, comprender lo que lee, sumar, dividir, hacer raíces cuadradas,...

Es algo tan sencillo como lo siguiente:

Las personas nacemos con ciertas capacidades básicas;

capacidad para andar, saltar, brincar, reptar,...,

capacidad para formar conceptos concretos: grande, pequeño, delante, detrás, alto, bajo, grueso, fino, ... y abstractos: justo, injusto, bueno, malo, generoso, tacaño,...

capacidad para atender al entorno y percibir cambios auditivos, visuales, táctiles, etc...

capacidad para razonar

capacidad para leer, escribir, calcular,

capacidad para nadar, pilotar un avión, volar una cometa,...

Sin embargo, no sabemos hacer nada de esto. Ya podemos esperar el tiempo que queramos que si no nos enseñan y lo hacen de una manera adecuada a nuestras características nunca aprenderemos.

La Educación es el conjunto de procedimientos diseñados y desarrollados con el uso de algunos instrumentos, de acuerdo a un ritmo y secuencia temporal determinados, que tienen como objetivo desarrollar las capacidades básicas de cada individuo, de forma tal que éste vaya adquiriendo de manera progresiva todo tipo de habilidades.

Para que la educación sea efectiva es preciso:

que el sujeto tenga buenas capacidades básicas (si es invidente ningún método le permitirá aprender a leer signos gráficos, pero podrá aprender a leer signos táctiles).

que el sujeto lleve a cabo los procedimientos de aprendizaje necesarios para el logro de cada tipo de habilidad [si no estudia, no aprende]

que el sujeto se encuentre en una situación de enseñanza, diseñada y desarrollada de acuerdo a los principios psicopedagógicos adecuados.

De este modo, los escolares pueden ir adquiriendo las habilidades a un ritmo temporal diferente, pero EN NINGÚN CASO, puede explicarse la falta de progresos en sus aprendizajes (estancarse) por una supuesta falta de maduración, siempre es por un "deficiente proceso de enseñanza-aprendizaje".

Y ¿si el cerebro se ha desarrollado más despacio? ¿no explicaría un retraso en el desarrollo cerebral el retraso en los aprendizajes?...

Por supuesto que sí, pero "casualmente" el cerebro es el mismo para ver los dibujos animados y comprender los videojuegos que para ver el libro de lectura y comprender los procesos de escritura y de cálculo aritmético....

No existen neuronas para la lectura ni neuronas para la Wii.

Un retraso en el desarrollo cerebral sería puesto de manifiesto en un retraso absolutamente generalizado en el desarrollo del niño/a. Y esto solamente se da en unos -muy pocos- casos. En cambio el retraso en aprendizajes escolares es muy frecuente.

La explicación de cada caso requiere necesariamente valorar aptitudes (capacidades básicas), habilidades previas, comportamientos de estudio y plan psicoeducativo del aula. Es decir valorar cada caso de manera individual y contextual.

La "madurez para el aprendizaje" se debe utilizar profesionalmente EXCLUSIVAMENTE para referirse a la presencia o ausencia de las habilidades previas, que resulten necesarias para adquirir nuevos aprendizajes; en modo alguno para referirse a estados determinados del sistema nervioso.

En conclusión: la vida profesional me ha enseñado que a mi profesor le asistía toda la razón cuando afirmaba de una manera muy destacada que el término madurez..

1. Es un término tomado de la Botánica y allí es donde debe permanecer.

2. Jamás debió formar parte ni de la Medicina (en concreto de la Neurología donde es de uso frecuente), ni de la Psicología (donde es de uso más frecuente todavía) ni de la Neuropsicología (que no es una ciencia diferente de las demás y donde alcanza el más alto grado de uso)

3. Suele emplearse como excusa para no reconocer un déficit del sistema educativo y responsabilizar a la "madre naturaleza": nadie es responsable del retraso en el aprendizaje.

4. Conlleva como Plan de Acción, la ausencia de Plan de Acción; es decir suele darse a los padres o maestros el "Consejo del Frutero": no hay que hacer nada, sólo esperar a que madure...

La experiencia nos ha demostrado que el Consejo del Frutero conlleva la pérdida de un tiempo precioso + la progresiva desmotivación o desmoralización del niño + la impaciencia de los padres o maestros por no ver llegar la madurez por ninguna parte....


Agosto de 2009. Se autoriza la reproducción citando su procedencia: Copyright de García Pérez, E.M., Grupo ALBOR-COHS, sitio web: www.preocupados.es